¿Por qué no ser tú uno de ellos?

OPORTO, mirando con nostalgia hacia la modernidad, es una ciudad cargada de contrastes y amabilidad en estado puro…

Desde la arquitectura de sus edificios hasta las costumbres de sus gentes, todo huele a contraste, lo bohemio e incluso decadente se entremezcla en una sinfonía que sorprende y acoge al mismo tiempo. Sumergirse en sus calles, sin rumbo fijo, es un banquete para los sentidos. Monumentos, edificios, comercios, estaciones de metro, grafitis, costumbres, miradas, vestuario… No hay un solo detalle que no presente este doble juego lleno de matices. Sin duda, venir aquí ha sido no sólo una gran oportunidad de compartir conocimientos y experiencias con mis camaradas portugueses de la Escuela de Artes y Diseño Matosinhos, sino también hacer un viaje a caballo entre el pasado y la modernidad que no deja indiferente. Todo ello envuelto en la gran amabilidad portuguesa que en mi opinión tanto los identifica. No ha habido un solo día que no me haya encontrado con una sonrisa y mil “obrigado/a” cuando en realidad era yo la que tenía tanto que agradecer.

¿Qué destacaría de mi experiencia en la ESAD Matosinhos? Sin duda, esta amabilidad tan portuguesa de la que acabo de hablar, especialmente la de Antonino Jorge, coordinador de relaciones internacionales de la ESAD, pero sobre todo la oportunidad de compartir experiencias y estudios bien distintos de los que nuestros estudiantes pueden encontrar en nuestra escuela. Resaltar que todos sus estudios hacen un gran hincapié en la parte artística y de diseño de producto, que sin duda aportan un toque muy especial a las obras finales de sus alumnos. La escuela cuenta ya con un gran prestigio a nivel europeo, pero en su 25 aniversario la ESAD Matosinhos sigue preocupada por reinventarse y crecer académica y culturalmente, ampliando sus fronteras a alumnos del otro lado del globo…